Petra, capital del Reino de los Nabateos entre el siglo III a.C., llegandopor un estrecho sendero de una milla de largo, conocido como el “Paseo del Siq”, a través de enormes torres de roca, y admirarás el icónico “Khazneh”, tesoro escupido íntegramente a mano en piedra rosada, el Teatro Romano, la Tumba Corintia y el Palacio de la Tumba. Petra quedará para siempre en nuestra memoria, porque es sencillamente un lugar místico, un paseo por Madaba, la ciudad de los mosaicos, el Monte Nebo, lugar desde donde el profeta Moises diviso la Tierra Prometida, y donde supuestamente está enterrado, podés bañarte en el Mar Muerto, cuyas orillas se encuentran a más de 400 metros bajo el nivel del mar, el punto más bajo en tierra firme y sus famosas aguas hipersalinas que permiten flotar fácilmente, y su barro negro rico en minerales que se usa para tratamientos terapéuticos y cosméticos en los centros turísticos del área. Y si te gusta la aventura podrás pasar una o dos noches en el desierto de Wadi Rum, al sur del país, por donde caminaba Lawrence de Arabia, considerado uno de los más bellos del mundo.